La Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID) ha sido señalada por gastar decenas de millones de dólares en fondos públicos para destituir a Jair Bolsonaro del poder en Brasil. Esta acusación proviene del periodista Mike Benz, quien sostiene que USAID utilizó dinero de los contribuyentes estadounidenses para aplastar a líderes populistas y reprimir la libertad de expresión en internet.
Benz afirma que fue USAID la que financió, con cantidades significativas de dinero, la presión para aprobar leyes contra la desinformación en el parlamento brasileño. Además, se menciona que esta agencia apoyó a los defensores legales que impulsaron la censura en el Tribunal Superior Electoral (TSE), lo que resultó en un control más estricto sobre las publicaciones en redes sociales como Twitter, WhatsApp y Telegram.
Un entramado de censura
Según el periodista, USAID construyó un verdadero "pulpo de censura" en Brasil, catalogando a Bolsonaro como un populista y comparándolo con Trump. Esto llevó a establecer una operación destinada a controlar el ecosistema informativo del país. Un beneficiario de USAID incluso mencionó públicamente que su objetivo era eliminar el intercambio internacional de ideas entre los movimientos de Trump y Bolsonaro.
Las acciones de USAID han sido criticadas por facilitar un avance de la agenda política de izquierda en la región, lo cual podría haber beneficiado indirectamente a China. De acuerdo con Revolver.news, esta intervención no solo perjudicó los intereses estadounidenses, sino que también favoreció una victoria del candidato Lula.
Intervención del gobierno estadounidense
Un artículo de Foreign Policy destaca cómo la administración Biden llevó a cabo una campaña sostenida para presionar al ejército brasileño desde 2021. Este esfuerzo incluyó advertencias públicas por parte de senadores estadounidenses sobre el respeto a los resultados electorales y conversaciones discretas para dejar claro que un quiebre democrático aislaría a Brasil internacionalmente.
La implicación directa del Pentágono en esta campaña fue considerada una jugada clave, ya que el Secretario de Defensa Lloyd Austin actuó como emisario principal ante los generales brasileños, dada la tensa relación entre Biden y Bolsonaro. Esta intensa presión ejercida por múltiples actores estadounidenses dejó claro a muchos funcionarios brasileños la importancia del respeto al proceso electoral.
Cierre necesario para USAID
La situación generada alrededor del derrocamiento de Bolsonaro plantea serias dudas sobre las operaciones de USAID. Muchos críticos argumentan que esta agencia parece funcionar como un fondo encubierto para influencias globalistas y agendas políticas progresistas. La necesidad de cerrar USAID y llevar a cabo una investigación exhaustiva sobre sus actividades se presenta como una opción cada vez más discutida.